Chitchat con taxistas

Me pregunta el taxista hoy:
-¿Y por quien vas a votar?-

Sin pensarlo mucho le digo -“Por cualquiera menos Arias…”-
No creo que le haya gustado pues el resto del viaje se quedo respondiendo

- “ajam, ajam, ajam…”-

Al rato me dice -“…y entonces por quien...?”-
-Talvez por alguien que nunca ha sido candidato o alguien nuevo-

-“ajam, ajam, ajam…”-

Pasamos frente de las puertas del estadio y me acorde de una teoría vieja:
si los humanos fuéramos distintos a como somos (con 6 brazos y 10 dedos o algo así) la arquitectura seria muy distinta…

No le dije al taxista, pero si le dije que nadie quisiera ser diputado si no pagara tan bien.

- “ajam, ajam, ajam…”-

Le dije que si a los maestros les pagaran la mitad de lo que ganas los diputados ganaban, todo el mundo tendría la vocación educativa

-“ajam, ajam, ajam…”-

Roco cabron, ODIO que me hagan eso de “ajam, ajam, ajam”, yo no se lo hago a nadie por lo mismo.


Ahí por San Pedro noté un taxi con la misma calcomanía de los taxis amarillos de NY, y la compañía se llama igual a la de NY.
Ni crean que el servicio es igual o que los taxis le van a decir en la voz de Elmo que se abroche el cinturón. Con suerte Jonas del Mulet de Moravia se lo pone…

Tal vez lo más estupido es que aquí todos los taxis son de color rojo, los del aeropuerto son naranja pero de eso no se trata.
Digo que tan difícil es ponerle a la compañía “taxis rojos” o “taxis rojos de costa rica”, en la sencillez esta la belleza del asunto.
(Claro después acusan de ser el capitán obvio al dueño pero ya ese es otro tema)

Es triste ver como en vez de crear algo nos ponemos a imitar o a ser lo que no somos.