yo no se
¿Nadie ha visto que han rodeado de publi tapias a tan solo 20 metros de la iglesia de la Merced?
Hoy que me toco irme en bus a Heredia por la nueva ruta del Paseo Colon. Vi muchas publitapias y una jugosa cantidad de gente quejándose de que las paradas están muy lejos y que no paran donde a ellos les ronca el culo bajarse.
(Salados, que caminen montón de gordos come chifrijo, deporsi les hace bueno mover ese montón de imperial y guaro acumulado en sus células adiposas y sus nalgas sudorosas).
Me intriga ver como cada vez son más y más los espacios comunes que nos llenan de anuncios. No hay que ir muy lejos, pues seguro desde sus ventanas pueden ver que les están vendiendo algo, que talvez no ocupen o que no quieran o que nunca en su vida han necesitado y que les venden como si no pudieran vivir si ello.
San José se esta poco a poco transformando en una zona de anuncios, vean por donde vean hay algún anuncio de algo. Pintura, cerámica, arroz, carros, talleres, póngale nombre y de fijo hay alguna valla en algún lugar.
Así de sencillo se esta convirtiendo la capital llena de anuncios en vez de árboles y parques y eso me molesta, mucho.
No es la primera vez que esto pasa (de que nos llenan de anuncios los espacios comunes), se hace mucho para las elecciones y otras estupideces como la visita de gente que a nadie le importa, pero con esta cantidad (y tamaño) de anuncios es casi imposible ver las bellezas que el país tiene.
No niego que mucha gente viva de esto pero la verdad es que no ocupo una valla publicitaria de 5 metros por 2 y medio diciéndome que periódico tengo que comprar para ir al mundial en Alemania o que Universidad es como yo.
Me preocupa que las paredes de las casas se conviertan en anuncios pues pierde la individualidad la casa y el barrio.
Me imagino que esto tiene sus raíces en es cultura futbolista pues los estadios están llenos de vallas y anuncios en sus paredes. Y poco a poco se metieron en las televisiones y llevamos tiempo viendo animaciones que interrumpen visiblemente el juego. No solo eso de un momento a otro nos empiezan a decir que las jugadas tienen nombre y que alguna pastilla efervescente para el estomago es dueña del tiro libre y si le da dolor de cabeza que haga como dice el anuncio.
Yo diría calidad antes que tamaño o cantidad pero a mi no me pagan por anunciar.
El asunto esta saliéndose de proporciones pues el otro día en un radio de un taxi escuche que andaban buscando patrocinadores para el traspaso de poderes.
Hoy que me toco irme en bus a Heredia por la nueva ruta del Paseo Colon. Vi muchas publitapias y una jugosa cantidad de gente quejándose de que las paradas están muy lejos y que no paran donde a ellos les ronca el culo bajarse.
(Salados, que caminen montón de gordos come chifrijo, deporsi les hace bueno mover ese montón de imperial y guaro acumulado en sus células adiposas y sus nalgas sudorosas).
Me intriga ver como cada vez son más y más los espacios comunes que nos llenan de anuncios. No hay que ir muy lejos, pues seguro desde sus ventanas pueden ver que les están vendiendo algo, que talvez no ocupen o que no quieran o que nunca en su vida han necesitado y que les venden como si no pudieran vivir si ello.
San José se esta poco a poco transformando en una zona de anuncios, vean por donde vean hay algún anuncio de algo. Pintura, cerámica, arroz, carros, talleres, póngale nombre y de fijo hay alguna valla en algún lugar.
Así de sencillo se esta convirtiendo la capital llena de anuncios en vez de árboles y parques y eso me molesta, mucho.
No es la primera vez que esto pasa (de que nos llenan de anuncios los espacios comunes), se hace mucho para las elecciones y otras estupideces como la visita de gente que a nadie le importa, pero con esta cantidad (y tamaño) de anuncios es casi imposible ver las bellezas que el país tiene.
No niego que mucha gente viva de esto pero la verdad es que no ocupo una valla publicitaria de 5 metros por 2 y medio diciéndome que periódico tengo que comprar para ir al mundial en Alemania o que Universidad es como yo.
Me preocupa que las paredes de las casas se conviertan en anuncios pues pierde la individualidad la casa y el barrio.
Me imagino que esto tiene sus raíces en es cultura futbolista pues los estadios están llenos de vallas y anuncios en sus paredes. Y poco a poco se metieron en las televisiones y llevamos tiempo viendo animaciones que interrumpen visiblemente el juego. No solo eso de un momento a otro nos empiezan a decir que las jugadas tienen nombre y que alguna pastilla efervescente para el estomago es dueña del tiro libre y si le da dolor de cabeza que haga como dice el anuncio.
Yo diría calidad antes que tamaño o cantidad pero a mi no me pagan por anunciar.
El asunto esta saliéndose de proporciones pues el otro día en un radio de un taxi escuche que andaban buscando patrocinadores para el traspaso de poderes.